ASUNTO: TESTIMONIO
Por: Fabiola Lalinde
Fabiola Lalinde es un referente de nuestro trabajo, su persistencia para esclarecer el paradero de su hijo Luis Fernando se ha convertido en un testimonio de vida que alienta el caminar de muchas otras madres y familiares de desaparecidos en Colombia y en otros lugares del mundo. Ha documentado juiciosamente su trasegar en instancias judiciales nacionales e internacionales en los más de 30 años de búsqueda de verdad y justicia, labor que fue reconocida el 29 de octubre de 2015 por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura –UNESCO, en el registro regional del programa Memorias del Mundo.
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Muy apreciados y admirados amigos e Hijos de la Memoria: ante todo, empiezo por agradecerles la confianza en mí depositada y espero, Dios mediante, que mi modesto testimonio pueda ser de alguna utilidad para la publicación escrita que da cuenta, en textos e imágenes, de lo que han sido éstos más de diez años de trabajo del Área de Comunicaciones de la Asociación Campesina de Antioquia -ACA. Tuve la enorme fortuna de conocerlos cuando se conmemoraba, en octubre del año 2004, el aniversario número 20 de Luis Fernando, mi hijo mayor, detenido-torturado-desaparecido y luego ejecutado extrajudicialmente y despojado de su identidad, convertido en un NN, alias “Jacinto”, por la Patrulla Militar N° 22 del Batallón Ayacucho de Manizales, durante el Proceso de Paz del Presidente Belisario Betancur, el 4 de octubre de 1984. Después de más de 12 años de búsqueda, y de sortear toda clase de dificultades, logramos rescatar 69 huesos secos plenamente identificados que la VIII Brigada de Armenia me entregó en una caja de cartón. Han transcurrido 30 años y el caso sigue en la total impunidad, está pendiente la Justicia y no hemos renunciado a ella, seguimos y seguiremos insistiendo y persistiendo hasta cuando se haga Justicia para que NUNCA MÁS vuelvan a repetirse hechos de esta naturaleza.
Desde el año 2004 he contado con la permanente solidaridad de Producciones el Retorno, de su equipo técnico y humano, del trabajo comunicativo y de construcción de memoria de la ACA que, precisamente en el año 2014, cumplió 20 años de labores con las comunidades rurales (1994-2014).
En su trabajo de documentación con expresiones del movimiento social en la región, y a raíz del aniversario de Luis Fernando, Producciones El Retorno siguió trabajando cada año en la difusión de toda la información pertinente sobre el caso, las nuevas noticias que iban surgiendo en desarrollo de la lucha contra la impunidad; esfuerzo al que luego se fueron sumando otros documentalistas y comunicadores alternativos que han permitido poner a circular poemas, canciones, eventos, comentarios de prensa, denuncias y actividades que se fueron regando por el mundo a través de Internet, a tal punto que en la Web, en la búsqueda de Luis Fernando Lalinde Lalinde se pueden encontrar muchos links en diversos idiomas relacionados con el caso.
Han transcurrido 30 años de Memoria, y como dijo proféticamente el escritor antioqueño Manuel Mejía Vallejo: “Uno se muere cuando lo olvidan”, porque la memoria es presencia. De ahí, que haya resultado con una familia alternativa de jóvenes, hombres y mujeres, a quienes considero Hijos e Hijas de la Memoria, los que han hecho posible la elaboración de nuestro duelo: Recordamos para NO repetir y para compartir este drama con otras familias afectadas por todos los actores armados en Colombia, para que tanto dolor no sea inútil.
Mi relación con el trabajo del Área de Comunicaciones de la ACA fue aumentando, pues empecé a recibir los mensajes y videos de sus trabajos con los campesinos y, especialmente, todo lo relacionado con las violaciones de derechos humanos y víctimas del conflicto armado.
Desplazados de sus tierras, perseguidos, asesinados, desaparecidos, discapacitados y sus secuelas en las familias y comunidades, no solamente en Antioquia, sino en otros departamentos y municipios que viven estos dramas, como es el caso de Trujillo, de San José de Apartadó, de Ituango, del Meta, del Chocó, del Cauca, entre otros lugares. En algunas ocasiones he viajado con ellos a municipios como San Francisco, en el oriente antioqueño, y es asombroso ver como toda la comunidad se involucra en las jornadas que realizan y que convocan los mismos jóvenes campesinos, empezando por los más pequeños que tienen sus propias actividades y disfrutan de ellas.
Mi papá fue finquero y nací en una finca antes del asesinato del caudillo Jorge Eliécer Gaitán, en la época de las famosas chusmas liberales y conservadoras. Mi papá era liberal y las chusmas eran conservadoras en la zona cafetera del antiguo Caldas y, cuando asesinaron a Gaitán, la situación se agravó y la familia cambió la finca cafetera con un amigo conservador de finca ganadera en La Dorada, donde estaban las chusmas liberales. Y luego se viene la tragedia con el drama de mi hijo mayor, así que he vivido la absurda violencia de este país desde mi lejana infancia. De modo que valoró en toda su dimensión el trabajo de Producciones El Retorno, no solamente por la calidad del trabajo artístico en todas sus manifestaciones sino, también, por la labor cultural, educativa y solidaria que realizan con las comunidades campesinas, organizaciones rurales y movimientos sociales.
En mi concepto, y desde mi experiencia de más de 30 años como afectada directa de la violencia ejercida desde el Estado, los considero como una especie de “tejedores de la historia”, pues ellos están siempre presentes registrando los sucesos y las historias para el futuro, teniendo en cuenta que en materia de violaciones a los derechos fundamentales la versión oficial nunca coincide con el hecho real, porque el hecho real lo cuentan solamente las víctimas y, precisamente, ellos están ahí con su cámara para mostrarnos a través de sus imágenes y de viva voz la verdadera historia, ya que la información en los medios comerciales de comunicación, sobre todo en los televisivos, solo muestra sesgadamente los aspectos que favorecen a intereses poderosos, como sucede frecuentemente con las movilizaciones, las protestas y los procesos de resistencia civil de las comunidades campesinas y de los demás movimientos sociales.
Con la gratitud siempre presente,
Fabiola Lalinde.
Julio de 2015.
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POR LOS CAMINOS DEL RETORNO
Prólogo y enlaces a todos los textos
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